Mi corazón inquieto
rebotando por las esquinas
de la ciudad elástica,
mientras los días de viento se van
tras tus dulces recuerdos.
La vida es rara, pero al fin y al cabo
se hace soportable:
un sueño que se sueña despierto,
una bella decadencia que al fin
se disuelve en el horizonte,
un espacio para reír y danzar como un ángel,
como un loco animal.
Días extraños que van a ninguna parte,
mientras el viento agita, con su manto invisible,
la ciudad elástica.
Cuando tus dulces recuerdos
laten en mi alegre corazón de hoy.
Dani T. D. 5/10/202
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