a primera hora de la mañana,
esperando que venga el transbordador
para ir al espacio más sideral.
Palabras mudas que se desplazan
por la ciudad de las prisas sin frenos,
mientras el deseo se pierde en la oficina,
y la absurda rutina sus botas se calza.
Palabras anunciadas en los carteles,
en los autobuses, en los periódicos,
en las pantalla, en los paneles:
próximo vuelo a ninguna parte.
Palabras que laten desde el silencio,
vocablos que se desangran en los bolsillos,
oraciones ateas que vuelan a un cielo de alquiler,
frases hechas para no desequilibrar
demasiado esta vida tan enloquecida.
Dani T. D. 5/10/2021
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