sábado, 2 de octubre de 2021

EN ESTOS MOMENTOS

  En estos momentos empiezo a escribir. No hay mucha faena y la oficina esta casi desierta. No sé que saldrá de aquí, el caso es que he decidido empezar a escribir lo que me viene a la cabeza, lo que siento, lo que veo con el propósito, quizás, de averiguar quien soy y dónde voy, si es que voy a algún sitio, que esta es otra.

  Me gusta escribir. Escribo historias y algún que otro poema. Básicamente escribo para mi. Escribir es un ejercicio terapéutico. a menudo me he propuesto en publicar un libro. Pero quizás me falte constancia o algo de voluntad. De todas formas creo que se publican demasiados libro y si uno se obsesiona en publicar tampoco es buen plan. Ya llegará, si tiene que llegar, claro. Yo seguiré escribiendo hasta que me canse, porque me gusta, me va bien y me sirve para saber lo que pienso. 
Recomiendo a todo mundo que escriba.

  Estoy escribiendo sin levantar sospechas. Me excita. me siento un intruso. De hecho soy un intruso. O mejor, un estafador, pues ahora no estoy trabajando en mi lugar de trabajo. Seguramente no sea el única, aunque me importa bien poco saberlo, El caso es que mis tareas están al día, procuro no despistarme y columpiarme. A día de hoy no se han quejado de mi rendimiento, o quizás sí, aunque no lo creo pars nada. Lo que si se percibe en esta empresa es que cada vez hay menos faena. De hecho cada dos por tres están echando gente a la calle. No me extrañaría que un día de estos se deshagan también de mi. Pero en fin aguantaremos hasta entonces. Cuando llegué el día ya pensaré qué hacer o qué no hacer. Por ahora no estoy nada preocupado.
  
   Ahora sigo escribiendo estas palabras. Haber hasta dónde llego y a través de la escritura pueda saber dónde estoy y hacia dónde me dirijo. Tal vez sea una especie de diario o de novela rara que se mezcle con otros géneros o yo que sé. También escribiré en el autobús, en la calle, en el metro en la cama....
    Suena el teléfono. Lo atiendo, es una voz femenina me pregunta que le envíe unas botas de agua para la pescadería, le tomo nota, nos despedimos y colgamos a la par. Su voz me ha parecido muy agradable. Mientras hago el pedido imagino que la chica (he supuesto que era una chica) me vuelve a llamar y me propone quedar para ir a tomar una cerveza. Yo lo digo que sí, quien sabe tal vez sea el amor de mi vida. Aunque el amor de mi vida suene siempre como una cosa presentuosa, o quien sabe. Ahora tengo que aplazar la escritura para más tarde. Tal vez lo haga cuando coja el autobús. Por cierto, no sé como lo voy a hacer. Ja veurem….

  Dani T. D. 2/10/2021
  

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