El destino es un crétino
que me embargó todos los caminos
hacia ningún lugar
que prometia un hogar
lleno de luz y esperanza
de amor y ecléptica danza.
Apesar de todo aquí estoy
aunque sin saber a dónde voy
partiéndome de risa
burlando toda idiota prisa,
y sin nada de esa inútil autoestima
que me sacude entero como un estigma.
Aún no he empezado
lo que venía acabando,
aún la vida se puede soñar
contra todo especular
que altere la ilusión del instante
seducidiendo la bella y útima amante.
Sin duda el perdedor
acaba siendo todo un ganador,
el que apostaba todo el corazón
ultrajando la siempre cobarde razón
que un día fue la luz
y ahora esconde la cabeza como un abestruz.
ya vés tu...
igual sigo de flaco
igual de gilipollas...
Dani T. D. 15/5/2019
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