como cada día,
se congelan las palabras
y las calles se mueren de tristeza
como tantos otros viernes
sin tus besos de azúcar.
Se acaba el vino
como cada madrugada,
los vampiros se quedan sin sangre
y la vida se duerme
en los párpados derrotadoS
de la luna.
Se acaban las películas
y los actores se quedan sin trabajo,
se queman los deseos
y los corazones solitarios
arden desesperados
a fuego lento.
Dani T. D. 1/2/2021
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