en las esquinas de ceniza
de la ciudad de las Prisas
envasadas al vacío.
Cuando te echo de menos
desde el séptimo piso
de esta absurda oficina
dónde las risas y los besos
son de ceniza y escayola.
Y, mientras,
la vida pasa
como una idiota pandemia
entre los fríos dedos
de un siempre
fugado porvenir
absolutamente distante.
Y ya ves,
cada día
me escapo un rato
a escribir un par
de versos
en este enloquecido poema,
con el fin
de que algún día
de estos
me recate
a mi y a mi corazón.
Y al fin
reunirme
contigo
lejos de estos días
tan aburridos.
Hasta pronto amor.
Dani T. D. 6/11.2020
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