flotando en el aire
buscan bocas
donde descubrir
el conocimiento
de toda sabia
belleza.
Besos de azúcar,
besos de sal
me abren paso
hacia tus ojos
tan desnudos,
tan húmedos,
que son los faros
que alumbran
mi destino
hacia tu piel.
Besos de lluvia
en este desierto
que viaja
en un autobús
de confusión
hacía la rutina
más tediosa
y cabrona.
Besos tuyos,
besos míos,
besos nuestros
me dan lumbre
en este dulce
naufragio.
Cuando
al fin encuentro
cobijo entre
tus divinos labios
tan ardientes,
tan abiertos,
tan mojados.
Dani T. D. 6/11/2020
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