Precediendo a mi voluntad
para no tener una
concreta voluntad
que me haga, de algún
modo, sucumbir
mis quehaceres
hasta dar con un epitafio
propiamente al uso.
propiamente al uso.
Cuando inquieto algo descanso,
desfalleciendo de memoria
mientras alquilo minutos
con sabor a heridas gratificantes
que desajusten, de algún modo,
la rutina diaria
la rutina diaria
con saliva de vinagre.
De vez en cuando beso
a cualquiera que no me ame
de verdad, que me abra
de par en par su corazón
más fogoso para burlar así
la terquedad de la dictadura
de este tiempo de mimbre
que me va sortendo
en cada fugaz momento
entre el azar más de repente
y el deseo más provocador,
el que me desteje
poco a poco el tiempo
que me queda todavía.
Dani Torralba i Devesa, 3/11/2016
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