jueves, 17 de noviembre de 2016

TAMBIÉN PODRÍA SER

 A menudo escribe para poder hacer una autopsía a la más inmediata realidad, y así (por descarte que no por Descartes) poder averiguar si sigue vivo o muerto. Pero este dato en el fondo no importa demasiado, ya que tampoco hay tanta diferencia entre lo uno y lo otro. O sí, pero tampoco importa demasiado.
  Sigue escribiendo, porqué le gusta y se queda muy agusto después de hacerlo. Al escribir provoca nuevas realidades, engendra otros posibles destinos, finge muertes para fugarse de sí (o en sí) mismo más que nada, y así poder ser otros y nadie en particular.
Claro que hay ocasiones, temporadas, en que no escribe ni una sola linea.
Pero en esas ocasiones también, en cierta manera escribe. Junta palabra en el habla propiciada por el pansamiento. El pensamiento que reconstruye, por enésima vez, la realidad más inmediata, a través del lenjuage, a modo de cordenada vital más que nada.

   Pero ¿Qué carajo es la realidad?
  Es una palabra que representa la naturaleza presente (y fugaz) de los individuos y las cosas.

¿Y quien determina esta realidad?
Antiguamente la determinaba el rey. Pero cada vez quedan menos reyes (a parte del siempre genial Joaquin Reyes), y los que quedan son estatuas representativas de un poder algo caduco que deja bastante que desear.
Ahora el poder viene precedido y dictado por los bancos y las mutinacionales. Sin ir más lejos el Vaticano es una multinacional. Incubierta, eso si. Da igual si Díos existe o no (antes queda por demortar la existencia de gente como Belen Festevez, Mariano Rabojoy o el mismo David Gustamante).
Por eso escribe, para imaginar, y de paso sentir, que está vivo (al menos por unos instantes), o todo lo contrario, que también podría ser.

Dani Torralba i Devesa, 17/11/2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario

POR SUERTE

Por suerte estamos destinAdos a desparecer. Dani Torrat, 2020