Pero ninguna guerra es justificada. Y más en estos tiempo, o eso se supone. Porque basta con encender la tele y las noticias son cada vez más y más penosas. O no. ¿O es como siempre?
Quizás el ser humano (o la ser humana, como señalan algun@s) no tiene solución. Somos animales racionales. Pero a menudos somos los animales más idiotas, egoístas y peligrosos de todo el reino animal.
Vladimir ha perdido el norte, o eso parece. Pues en sus discurso se indica todo lo contrario. Mientras que Europa y EEUU no paran de enviar armamento a Zelenskyy. Y China en sus declaraciones respeto a la guerra, cada vez es más ambigua, hinchando globos de agua para espiar como diablos hacen las hamburguesas los yanquis.
Mientras aquí, en el día a día, suben los precios de los alimentos. Shakira lanza canciones que son dardos a Piqué, Tamara se casa, Tamames (histórico comunista) se lía con Vox para encabezar una moción de censura contra el gobierna, Cristina (la infanta de limón) se divorcia. Y demás gilipolleces para distraer al personal. El personal que cada vez anda más desorientado, entre clases de bici estática, oraciones por wuassap y pastillas para la ansiedad.
Lo que esta pasando en el mundo es grave (como siempre), un nuevo capítulo de este mundo criminal, para no hablar de los miles de cadáveres que flotan en el mar mediterráneo, como resultado de la odisea de gente que huye de la miseria, en busca de una vida mejor. Y no es por nada, pero si la cosa sigue así, para buscar una vida mejor habrá que ir pensando en irse a vivir a Marte, el planeta rojo. Quizás este sea el último objetivo de Vladimir.
Y es que como cantaba un gran profeta: la vida sigue igual.
Dani T. D.27/2/2022
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