De fracaso en fracaso
voy con mi corazón
desplegable,
mientras te recuerdo
desde el olvido,
y te olvido recordándote.
Ahora que una tarde
de plomo
cae sobre esta oficina gris,
dónde los huesos se confunden con
el alma
y la vida se caduca enseguida.
De fracaso en fracaso
aprendo a reírme de todo
y de nada en concreto
a espaldas de la tan narcótica felicidad.
Ahora que la tarde es una paloma
herida
entre tus labios tan abiertos
y mi angustia más divertida.
Dani T. D. 17/11/2022
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