domingo, 22 de julio de 2012

Carta de felicidad

Este es el momento,sin duda.No podia haber otro. Mi vida ha llegado a su cénit,al máximo esplendor,y,debo decir que no ha sido fácil,que ha habido escollos,arenas movedizas,terremotos...y siempre los hemos superado...sí,tú y yo...mi compañero...mi amigo,mi socio inseparable. Lejano es el tiempo en que nos conocimos,cuando apenas éramos unos niños. Tú,aquel chaval tímido que apenas hablaba con nadie,pero que en el fondo escondía un espíritu aventurero,queriendo emular a los héroes de sus series favoritas,que quería llevarme por sendas mágicas y enseñarme los lugares más hermosos del mundo. Fuimos creciendo y los sueños de infancia fueron desapareciendo para mi,lógicamente por la madurez,pero tú seguiste en tu empeño de enseñarme las maravillas del mundo,sin perder la esperanza y ese niño que seguías escondiendo dentro de tí,sólo mostrándomelo a mi.Mi amor por ti fue creciendo y decidi con gran acierto seguir mi vida contigo pese a las críticas de mis amigos y família. La vida real nos enseñó que no pueden cumplirse todos los sueños...éran tiempos difíciles pero aun así nos casamos. Luego vinieron nuestros tres niños,nuestras vacaciones en família,los viajes al campo...nuestras noches a solas,las largas charlas hasta el amanecer...y tus magníficas historias que nos encandilaban por la gran teatralidad que le ponías. La hipoteca,el trabajo,la educación de nuestros hijos,el día a día...fueron mermando tu ilusión...lo sabía...lo veía en tus ojos,y aun así mantenías el tipo,sobretodo por los niños...y por mi. Fueron pasando los años,los pajarillos fueron abandonando poco a poco el nido,y llegó el día en el que volvíamos a estar solos,pero llegó la crisis y tampoco podíamos permitirnos los viajes. Llegaron nuestros nietos,las reuniones familiares,las risas y los juegos. Nunca faltó el buen humor,la alegría y la harmonía,cosas que poca gente puede decir,pero sabía una cosa,algo que siempre echaste de menos...la aventura,los viajes exóticos,y sobretodo la promesa de que me llevarías. Y llegó el día,el momento en que te pregunté qué ocurría.Nunca te había visto así.Me dijiste que eras feliz pero que te hubiera gustado enseñarme al mundo y hacerme feliz pero que no habías podido. Te pusiste a llorar y traté de consolarte,pero acabamos llorando los dos y no pude decir nada. Ha pasado mucho desde aquello y debo decirte,ahora que el tiempo ha hecho presa de nosotros y las arrugas y la artritis abundan en nuestros cuerpos que: No solo soy feliz ahora sino que mi vida contigo ha sido el viaje más maravilloso,exótico y emocionante que haya podido realizar,y debo decirte amor mío que no me arrepiento de nada de lo que ha sucedido,ni lo bueno ni lo malo,he sido feliz cada segundo que he pasado contigo,tengo una família genial gracias a tí y si tuviera que volver a hacerlo creeme que repetiría,porque una vida a tu lado vale por mil tesoros o más. Por eso te puedo asegurar y no quiero que tengas más dudas,que soy la mujer más feliz y dichosa del mundo. Te quiero.

2 comentarios:

¡MUCHAS GRACIAS PAUL AUSTER!

   No recuerdo muy bien que libro fue el primero que leí. Seguramente el Palacio de la Luna. Aquella fantástica historia me llegó muy hondo...