LA DANZA DEL VIENTO

 El viento despeja las nubes del cielo. El sol de enero calienta por momentos al compás de los latidos del viento. Los minutos eléctricos parecen lentos, pero los años pasan cada más y más de prisa.

No tienen compasión.

 El mundo sigue girando con sus conflictos absurdos y criminales. Aunque por aquí la gente camina serena. Miradas relajadas y abrigadas con las manos en los bolsillos. Hay alguno que otro vagabundo resguardándose del frío, acampado en algún cajero automático o en iglú cosido con pedazos de tela de diversos colores.

  El viento sigue danzando por las avenidas de la ciudad. Se cuela en todos los rincones, incluso en los pensamientos que uno va dibujando en su cabeza. Diseñando ilusiones que prometen nuevas aventuras que viajen por caminos, autopistas, vías de tren. O incluso historias que se esconden en los libros para que la cabeza, y de paso el espíritu viaje lejos, y viva libre como el viento.

Dani T. D. 22/1/2023