Andado por delgadas horas,
cuando la rutina reseca los dedos
cada vez que teclean el ordenador
de la absurda obligación laboral.
Soñando en horas delgadas,
cuando la realidad más inmediata
es un hueco relleno de nada
en el que la vida suspira,
tan sólo suspira.
Naufragando en horas delgadas,
cuando el mundo se ha vuelto
demasiado loco,
las estadísticas regulan el estado
democrático
y mis oraciones ateas ya no provocan
tu vuelta más esperada.
Dani T. D. 29/7/2024
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