destino idiota
me engañas con tus
atracativas
promesas,
me despeinas la fe.
La fe que no tengo.
Destino,
destino equivocado,
me llamas a través de
cualquier aparato receptor
(o receptivo),
me embriagas con tus encantos.
Mientras me creo eso de:
es mi destino
Destino,
destino cabrón,
me haces llegar demasiado pronto
a metas proclives,
dónde, según Zenón de Elea,
siempre es imposible llegar.
a ningún sino.
Dani T. D. 31/7/2024
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