jueves, 20 de agosto de 2020

LA DIVINA NEGACIÓN DE CUALQUIER MOVIMIENTO

Aquiles y la tortuga

Entre el aburrimiento y el deseo,
Zenón de Elea niega el movimiento
por enésima vez.





Apuesta por la tortuga
frente al veloz de Aquiles
y sabe que para nada 
se equivoca en sus expectativas.

Pues en el fondo todo
y nada
empieza en uno mismo.

Y la cachOnda de la tortuga
sabe que desde su lenta 
y elegante persistencia

gana al más ligero y ambicioso,
aunque se llame Aquiles o
 Carl Lewis.

En verdad la verdad
una ilusión más es
que emana del espejismo del mundo.

Mientras el bueno de Zenón
todo movimiento volverá a negar
pues a menudo la mejor manera de avanzar

es no moverse apenas 
del más íntimo asombro
que es tan frecuentado
por uno mismo.


Dani T. D. 20/8/2020

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