Tan tontamente pasa el tiempo,
tan tontamente pasa la vida,
tan tontamente se derrocha
felicidad
entre el gentío y nadie,
entre las palabras y el silencio,
entre el aZar y el deSeo,
entre la nada y el sueño...
Mientras, miro el reloj, suSpiro y
te espero. Sí, aún te espero,
Pero ya no vendrás, ya se hizo tarde.
Tan tarde que aún es pronto.
¿Pronto para qué?
Yo que sé, y qué importa...
Al fin y al cabo uno es un naufragado corazón,
un accidente que transpira,
una sombra que traspasa la luz,
una ilusión que se deshace
suavemente en
la avenida de los mil vientos.
Dani T. D. 14/3/2024
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