MONTAÑAS Y MONTAÑAS DE CADÁVERES

    Montañas y montanas de cadáveres a las puertas de un mundo mejor  financian, entre otras cosas, y sin tan siquiera habérselo propuesto, los distintos clubes de futbol,  los Disney Warner Parc, Los Maccdonals, los polvos con sus desesperadas corridas de los caprichosos y grandes directivos de las cuatro corporaciones, las que diseñan el mundo a su antojo. El Gran Vaticano (el parque temático más antiguo en donde puede uno refrescarse, en compañía de un obispo carcamal y vicioso, el tercer ojo), otras mafias legales, y las crisis de nuestras almas de porcelana cada vez más vacías.

El mapa geopolitico más revuelto que nunca, mientras el nivel del mar sube y los osos polares ya se preparan para ir al Carrefor de turno, pero como no tienen Visa, ni un duro en los bolsillo (entre otras cosa porque no tienen pantalones ni otras prendas que ponerse) no tienen más remedio que joderse muriéndose de hambre bajo un sol abrasador.

Hace años que ya estamos viviendo el futuro, y como cantaba el gran Leonard Cohen: He visto el futuro y es un crimen.

La humanidad, en general, no tiene remedio.

Y siguen las guerras, el hambre infantil, los racismos, la intolerancia a las distintas e infinitas maneras de amar, las violaciones a mujeres y niñas, las múltiples mierdas, los océanos llenos de plástico...

Hay ciudadanos de tercera, de cuarta hasta de octava categoría. Es una sociedad cada vez más idiota y egoísta. La gran revolución seria que cada uno de nosotros fuésemos más humanos y nos miráramos más hacía dentro para conocernos realmente y así conectar y compartir más con las personas que nos rodean, ya sean familiares, amigas, o desconocidas. Pero mucho me temo que no es así, que es justo lo contrario. El resto de los animales, en eso, nos llevan mucha ventaja. 

¡Qué asco de mundo y de civilización!

Como decía Groucho: paren el mundo que yo ya me bajo.

Dani D. T. 28/6/2022