miércoles, 18 de mayo de 2022

EL GRAN LUIS LANDERO

 Cada libro de Luis Landero, al menos para mi, es un viaje fascinante a través de una narrativa rica, sencilla y a la vez tan llena de rigor y de matices. Sin ir más lejos esta última novela, Una Historia Ridícula, que he leído tan gustosamente como siempre (o me ha leído ella a mi, no estoy nada seguro) narra la vida de un tipo bastante peculiar. No sabemos desde dónde escribe, tanto podía ser desde su casa, un bar o un centro psiquiátrico. Después al acabar la novela el lector sacará sus propias conclusiones. El texto es una confesión en primera persona de alguien un tanto especial. En el fondo (y no tan en el fondo) quien más quien menos, se cree especial. En cierta manera lo somos. Pero también, en cierta manera todos nos parecemos más de lo que nos suponemos.

  A lo largo del texto, el protagonista va desarrollando sus andanzas por las avenidas de esta vida tan rara y disparatada. Nos va mostrando su manera de pensar y de actuar. No se corta a la hora de dar su parecer sobre las personas, situaciones y cosas. Habrá instantes en que el lector se pueda identificar con el protagonista, como pasa en todo  libro bien escrito.

  Como toda historia de Landero, sale el tema de la identidad. Aquí se nos pregunta, (pues cada libro suele ser un catalogo de preguntas) si uno realmente es quien es. Pues seguramente, quien más quien menos, todos tenemos algo de impostor. Sin ir más lejos, uno, como tantas no deja de ser una persona. Y precisamente la palabra persona viene del griego y su significado era máscara de actor. O sea, para sonar. Pues las mascaras griegas tenia una gran boca a través de la cual el actor podía proyectar mejor la voz hacia el público presente.

  Sí, somos máscaras. Tan solo máscaras en este teatro que es el mundo como dijo aquel genial dramaturgo inglés.

  Una gran y, a la vez, sencilla historia. Como todas las novelas del gran Luis Landero.

 


Dani T. D. 18/5/2022


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