Irse lejos. Sí, muy lejos para no volver nunca. Y burlar las caras absurdas y aburridas de la oficina del deber más Hijo De La Gran Gruta!!!
Irse lejos de todos y de nadie en concreto. Decir adios a las putas promesas. By by al apego de la familia, de los amigos, de los enemigos, del sexo, del deseo, del amor, del desamor, de la vida en general. Y sobretodo de este tedio tan cotidiano que le hunde a uno día tras día, noche tras noche, en la rutina más mediocre hasta la muerte más enloquecedora e incierta.. Descosiendo amaneceres a espaldas de la luna más glamurosa e inocente. Burlando el destino nefasfasto que huele a calendario de la Caixa. Hartándose de casi todo desde cada palabra callada que pudre el propio pensamiento, aniquilando el rastro de cada sentimiento..
Y volver a empezar desde ningún decadente principio para no tener que llegar a ningún frustrante final. Si, ¿por qué no?, volver a empezar cuando a uno le dé la real gana. Volver a empezar y sentirse absolutamente libre como el vacío que sacude el espacio ¡más vital y renovadorl, Y emprender de nuevo la danza cósmica hasta el final de los días del propio destino. Como si fuera una eternidad del todo espotánea que tan sólo dura lo que dura cada instante. Y lal fin disolverse en el bacío más sideral, para volver a empezar nada en particular, cuando a uno le dé la real gana, eso si.

Dani Torralba i Devesa, 30 enero 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario