Pantallas electromagnéicas
que hipnotizan y de paso
idiotizan,
cicatrizando
las almas callejeras, sintéTicas
y caseras
que van y vienen
con los ojos cosidos
a canales digitales
que adulteran
la nada más inmediata.
Vampiros transgénicos
inventan reglamentos
desmocrÁticos desde
los edificos más emblemáticos
y de paso omiten y reparten
encuestas entre los anóniimos
cuerpos hambrientos
que se abren paso
por los mercados
translúcidos
y emergentes.
El mundo va más rápido
sin dejar de ser la misma esfeRa,
¿quizás más deteriorado?
Tal vez.
Días ausentes
de un Díos que hace
ya tiempo marchó
para no volver.
O quizás, tal vez, jamás
existió.
Aunque si existiera
qué garantia habría
para que todo este inventó
llamado mundo
tuviera algún sentido...
Dani Torralba, 12 de mayo de 2015
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