de este mundo idiota entre la sangre
y las balas de lluvia apretada
cobrándose más de un millón de vidas cada día,
mientra el sistema más sistemático
continua con el programa de su pésimo circo
insistiendo en consumir, consumir, consumir hasta
el último suspiro y gota de agua.
Y, así continua la vida idiota
favoreciendo al vacío más rentable entre
los idiotas con menos recursos, los
que se conforman con comer y ver
su seria favorita por la pantallas de fibra de vidrio.
Y es que todos somos idiotas,
en menor o en mayor medida. Ser idiota
es un estado, una condición, ¿una identidad?
Lo malo es que los menos idiotas (aparentemente)
siempre están arriba montando la fiesta, con sus
misiles, sus visas, sus casas, sus pajas mentales,
con sus empresas de armas, con sus banderas,
con sus religiones, con sus ambiciones, con su
mierdas...
a fin de manipular a los idiotas de abajo.
Dani T. D. 5/8/2022
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