Tal vez demasiadas cervezas,o el corazón demasiao ansioso dentro de mi pecho
con ganas de estar contigo
con ganas de estar contigo
una vez más.
Mientras el autoengaño
se desmarcaba del posible daño
de tus besos sin amor ni verdad
sobre mis labios tan confusos
y tan llenos de sed.
Sin verdad y sin medida
mientras mis latidos
se columpiaban sobre toda tu tan bella geografía
como un torpe e inquieto explorador,
y la noche de estrenada primavera
despeinaba el tiempo
hacia una aurora misteriosa y confusa.
Luego ya eran los instantes de después,
y la realidad como un bestia de hielo,
me hizo un nudo en la garganta,
cuando abrí los ojos
junto a tu desnuda piel.
Me sentí fuera de lugar,
derrotado, como un muñeco roto
entre tus manos de Diosa extraña.
Y me vestí de pez extraviado
y me fui
tal vez por miedo a mi mismo.
La vida, a menudo,
es una criatura tan caprichosa y tan rara...
Parte de mi corazón
lo dejé durmiendo a tu lado
para que hagas lo que quieras con él.
Véndelo en el mercadillo
del Domingo,
haber que te dan por él.
Dani T. D. 4/4/2022
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