Lluvia fría que llena las últimas copas
de la madrugada de metal,
mientras sobrevivimos aún
entre las ruinas de esta desconcertante modernidad que ya no se sabe dónde va.
de la madrugada de metal,
mientras sobrevivimos aún
entre las ruinas de esta desconcertante modernidad que ya no se sabe dónde va.
Alrededor siguen muriendo anónimos rostros
aplastados por la miseria,
que ya no salen en los telediarios.
Ahora les toca el turno a las batallas
del este y a los chorizos santificados por las más depuradas deSmocracias.
que ya no salen en los telediarios.
Ahora les toca el turno a las batallas
del este y a los chorizos santificados por las más depuradas deSmocracias.
Los recursos han sido
despilfarrados por los caminos que conducen
al abismos más o menos anunciados.
Aunque hoy hay fútbol y
los vampiros se hipnotizan
y el grueso de la población,
y el grueso de la población,
a este lado de las pantallas,
se idiotiza
se idiotiza
por el bien del orden más civilizado.
Pues tal vez ya no haya nada qué hacer,
tan sólo esperar
a la definitiva destrucción
inútil, divina
y nuclear.
Dani T. D. 21/4/2022
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