PAÍS CUTRE Y EN RUINAS (o un mundo multicolor)

  

         

   Tenemos unos políticos que  están arruinando el país a  pasos agigantados. A base de comisiones a dedo, enchufes duplicados y cheques en blanco a sí mismos. Unos políticos que dividen a los ciudadanos. Unos políticos que no tienen ni idea, o no quieren tener ni idea, de como gestionar bien el país.  En lugar de unirse para trabajar por un país próspero, competente, rico y educado, tan sólo llegan a alimentar las discrepancias, tirándose los platos por la cabeza (de la vagilla pagada por los contribuyentes). Unos políticos financian y alimentan  los extremos, qua fortalecen la precariedad laboral, que subvencionan la incultura, que dinamitan la sanidad, destrozan en cada nueva legislatura la educación, pisotea  la creación de nuevas empresas, y patrocinan gratuitamente la fuga de cerebros a país más civilizados.

   Gracias a estos políticos,  la gente de la calle discutimos sin apenas razonar y mucho menos escuchar, nos creamos disputas idiotas y repetimos la misma película de siempre. Y no se avanza hacia ningún lado.

  ¿Es la incompetencia de los políticos un reflejo de sus distintos votantes? ¿O al revés? Y tal vez los políticos están donde están sólo para vivir como dioses y sin dar un palo al agua. Porque quizás eran los últimos de su clase. O sea, unos tontos muy listos.

 Si estamos en una sana democracia, pues que lo demuestren al fin. Que propongan leyes más justas, independizando el poder judicial de una vez, que dejen de proteger y financiar a la tan miserable e insensata Iglesias católica (ni ninguna otra religión, claro) que consulten a la ciudadanía si república o moÑarquía y cualquier otra cuestión, que al fin solucionen el conflicto de los distintos nacionalismos que no conducen a nada y fomenten la riqueza de las distintas culturas del país, que trabajen para que una auténtica libertad de expresión al fin sea posible y que se pongan a hacer política de la buena una vez, más allá de cualquier egocéntrica y limitada ideología que anula cualquier propuesta de progreso y prosperidad.

 De acuerdo que hay una pandemia que a traído una crisis inmensamente profunda, pero antes de la pandemia ya existía varias precariedades. Y precisamente ahora  es una gran oportunidad para ponerse las pilas.

  Lo que pasa es que somos un país todavía muy mediocre. Y nos falta de todo:  médicos, infermeras, profesores, bibliotecas, dinero, imaginación, coordinación, solidaridad nuevas y competentes empresa  etc...

  Aunque mucho me temo que lo que ocurre es que los políticos que tenemos están arruinando el país a pasos de directivos de multinacionales.

  Suerte que tenemos el futbol (el deporte Felipe VI) que nos ablanda el cerebro y, de paso entramos directamente en un mundo multicolor. Y todo lo demás, ¿qué importancia tiene?

Dani T. D. 12/3/2021