y apareciste ya bien entrada la noche,
entre los pliegues
entre los pliegues
de mi tan naufragado corazón.
Nos amamos bajo
una luna de papel
descubriéndonos entre besos
y caricias mil
y caricias mil
que se colaron por los ojales
de tu corto camisón.
Te busqué desde
el primer día
burlando un desierto
inútilmente hipotecado.
Nos devoramos
uno al otro
sin echar el freno
uno al otro
sin echar el freno
al más ardiente deseo.
Y al fin
nos encontramos en
los primeros rayos de sol
Y al fin
nos encontramos en
los primeros rayos de sol
del nuevo día.
Dani T. D. 5/7/2020
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