y al rato se vuelve a hinchar,
mientras de nuevo
pasea
pasea
el bicho por las calles de podrido metal.
Es la locura de esta
tan aparente civilizada cordura
dónde nada es lo que es,
e incluso la realidad
normalidad casi parece.
Y uno se cree cada mañana
ese cuento de volver a empezar,
por este destino que empeña
cada paso por el propio camino
hacia ninguna parte.
Es la locura de esta
tan idiota época.
dónde nada es definitivo,
pues todo, en un momento
dado, puede perfectamente cambiar.
Mientras tanto,
ven aquí amor
y ábreme tus alas
de par en par
que ya no hay
absolutamente nada
que esperar.
Dani T. D. 10/7/2020
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