en lo que habitualmente creo,
que es en casi nada.
Y así el lujo me permito
de vacilar a un Dios ficticio
que se cuela en mis entrañas.
A un Dios que se confunde,
y sorpresivamente se funde
con un yo tan o más ficticio.
Y así de ficción en ficción,
de máscara en máscara
tiro porque me toca.
Hacia la casilla de la nada
más luminosa y libre,
rítmica y alegre.
Dani T. D. 22/12/2025

No hay comentarios:
Publicar un comentario