domingo, 19 de febrero de 2012

¿Ha pasado el tiempo?

A continuación os pasare dos fragmentos de un libro (vanagloriado o denostado por la crítica). Se aceptan comentarios:

1. El chico habla de su colegio...

"Empezaré por el día en que salí de Pencey, que es un colegio que hay en Agestown, Pennsylvania. Habrán oído hablar de él. En todo caso, seguro que han visto la propaganda. Se anuncia en miles de revistas siempre con un tío de muy buena facha montado en un caballo y saltando una valla. Como si en Pencey no se hiciera otra cosa que jugar todo el santo día al polo. Por mi parte, en todo el tiempo que estuve allí no vi un caballo ni por casualidad. Debajo de la foto del tío montando siempre dice lo mismo - Desde 1888 moldeamos muchachos transformándolos en hombres espléndidos y de mente clara-. Tontadas. En Pencey se moldea tan poco como en cualquier otro colegio. Y allí no había un solo tío ni espléndido, ni de mente clara. Bueno, sí. Quizá dos. Eso como mucho. Y probablementeya eran así de nacimiento"

2. ¿Qué hace el chico?

Spencer = profesor de Pencey

"Spencer me preguntó algo, pero no le oí porque estaba pensando en Haas.
-¿Qué? - le dije.
- ¿No siente remordimientos por tener que dejar Pencey?
- Claro que sí, claro que siento remordimientos. Pero muchos no. Por lo menos todavía. Creo que aún no lo he asimilado. Tardo mucho en asimilar las cosas. Por ahora sólo pienso en que me voy a casa el miércoles. Soy un tarado.
- ¿No te preocupa en absoluto el futuro, muchacho?
- Claro que me preocupa. Naturalmente que me preocupa -medité unos momentos-. Pero no mucho supongo. Creo que mucho, no.
- Te preocupará -dijo Spencer-. Ya lo verás, muchacho. Te preocupará cuando sea demasiado tarde.
No me gustó oírle decir eso. Sonaba como si ya me hubiera muerto. De lo más deprimente.
- Supongo que sí -le dije.
- Me gustaría imbuir un poco de juicio en esa cabeza, muchacho. Estoy tratando de ayudarte. Quiero ayudarte si puedo.
Y era verdad. Se le notaba. Lo que pasaba es que estábamos en campos opuestos. Eso es todo.
- Ya lo sé, señor -le dije-. Muchas gracias. Se lo agradezo mucho. De verdad.
Me levanté de la cama. ¡Jo! ¡No hubiera aguantado allí ni diez minutos más aunque me hubiera ido la vida en ello!
- Lo malo es que tengo que irme. He de ir al gimnasio a recoger mis cosas. De verdad.
Me miró y empezó a mover de nuevo la cabeza con una expresión muy seria. De pronto me dio una pena terrible, pero no podía quedarme más rato por eso de que estábamos en campos opuestos..."

Este libro fué escribto en 1945. ¿Se diferencia algo aquella juventud de la actual? Seguramente sí, pero hay ciertos aspectos, como el pasotismo y la falta de esfuerzo que surgen de nuevo. Paradójico la involución en la cual se encuentra nuestra juventud.

Por cierto el libro es "El guardíán entre el centeno".

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