Desfiando cada día al destino
como si este estuviese ya escrito
en algún rincón del universo.
Fingir ser otros para continuar
siendo el mismo,
y así burlar el tedio más idiota
y convencional,
y así burlar el tedio más idiota
y convencional,
con algún que otro complejo recalentado
en el microondas de la maldita autocompasión.
Mientras se ejercita el corazón
soñando bien despierto
sobre el mapamundi
de tu tan dulce piel.
Cuando pasan los años,
huyendo infragantis
por las ventanas de la indiferencia;
por las ventanas de la indiferencia;
entre dudas y callejones sin salida.
Entre deseos comprados
en el quiosko de la esquina
y las canciones de Bowie, Sabina y Lou Reed,
por ejemplo.
DÍA tras Día
DÍA tras Día
se Aparca por unas cuantas horas
la vida sobre las
tan desgastadas aceras,
tan desgastadas aceras,
mientras el ser se desintegra
completamente
completamente
ante un ordenador a pedales ultrasónicos.
Y continua
la búsqueda de la belleza
y la mágia más invisible,
hacia ese idilico lugar
apenas inexistente
que me espera,
siempre me espera....
Justo donde late
tu alma abierta de par en par
y totalmente desnuda.
Dani T. D. 28/11/2018
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