
por los acontecimientos
tan neuróticos y suicidas
que naufragan en las absurdas tardes
de domingo.
Jornadas totalmente embozadas
por lágrimas de celofan que rien
entre la desesperación
más paradógica i elegante,
con el rímel corrrrrrrrrrrrrridoooooo.
Entre el ahora y el siempre,
el nunca y el alguna vez,
el jamás y el puede ser mañana...
entre Ramón y Cajal,
Julieta y Romeo,
Al y Capone
esta angustia tan eléctricamente dominical,
la que me mantiene no muerto del todo,
por un capricho del azar más inconsciente.

Horas embrujadas
perfuman mis pasos
hacia el misterio más geométrico;
el que da movimiento
a esta tan accidental biografia,
la
que me desvive
por segundos
a la espera impaciente de
que te quites todas esas ropas
que Hoy me llevas
Cariño,
incluso la ficción más despistada.
Dani T.D. 13/10/2018
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