ya se viste de noche.
La noche se desviste,
se relaja bebiéndose
una copa o tres.
El planeta se prepara
para dar otra vuelta
alrededor del sol.
Lo hace por inercia,
por la fuerza de gravedad,
o sencillamente por amor.
El tiempo es una medida
por el hombre inventada.
Mide la relación de los cuerpos
a través de sus respectivos
movimientos.
Pero el tiempo no significa
absolutamente nada,
como prácticamente todo
lo que inventa el hombre.
Mientras
esta noche, ya borracha,
intenta hacer otro inútil balance.
Y así damos vueltas,
vueltas y vueltas.
Hasta que un buen día
dejamos al fin
de dar tantas vueltas,
o quien sabe...
Dani T. D. 31/12/2024
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