Pienso que hay que ser siempre optimista, pero las cosas no pintan nada bien. Las guerras siguen alrededor del mundo, la desigualdad crece, el cambio climático ya se ha instalado en nuestras vidas. Y encima la inteligencia artificial cada día se va adueñando de la realidad más inmediata, o de la oficial realidad. Incluso nos puede robar nuestras más secreta intimidad.
La tecnología, de entrada, no es más que una herramienta para hacer la vida más práctica al individuo, pero cuando la tecnología ya es imprescindible para casi todo (o todo), ya resulta ser peligrosa. En el fondo quizás esto no es más que otro proceso que utiliza el poder para que todo siga en su sitio, y el sistema siga siendo rentable, frío y criminal.
Visto el panorama, recuerdo lo que decía Cioran: Para nada envidio a las más jóvenes generaciones.
Dani T. D. 4/5/2023
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