NAVIDAD, NAVIDAD, NAVIDAD.... (me cago en la leche!)

      Navidad otra vez, ¡me cago en la leche! Qué felicidad. Cantan los pajaritos. Todo es tan bonito. Bon nadal companys, gràcies! Qué emoción joder! Mientras trabajo se me llena el teclado de lagrimones. Es lo que tiene estas fechas, que regresa la esperanza, el amor y la ternura. Y ves a la gente más relajada, más humana y mucho más cercana.  Compañeros de trabajo que apenas te saludan en el día día, en estas fechas tan señaladas, te sonríen y con golpecitos en la espalda te preguntan qué como estas? Y uno no se siente tan sólo, porqué ya es Navidad, y no tan sólo en el Corte-Ingles. 

  Las calles están bonitas. Bien iluminadas. Y uno va saludando mientras pasea y se dice que ojala fuese nadal tots els dies. Hostias, nada más de pensarlo lloro de la emoción. Incluso las noticias de la guerra parecen más esperanzadoras. Parece que se lancen menos bombas, y las que explotan apenas hacen daño. Las pateras que cruzan el mediterraneo con gente en busca de una vida mejor, van adornadas con luces navideñas. Y sus pasajeros vienen cantando alegres porque es Navidad. Da igual que estén muertos de asco y de hambre porque al fin Europa les acogerá con espiritú solidario. Encontraran una vida mejor con unos trabajos muy bien pagados. También parece que estos días el Congreso de los Disputados, los miembros allá reunidos, se entienden entre ellos y aprueban leyes más conciliadoras. Y se dan la mano prometiéndose que trabajaran más por la gente y se dejaran de gilipolleces, de comisiones y se rebajaran el sueldo. Los narcotraficantes, por su parte, llevaran turrón y nieve pura a la policía. Y la policía por su parte, estará más receptiva y feliz, y ara la vista gorda, porque es Navidad. Y al fin el rey dejará de hacer el Borbón, y se hará republicano.

  Ves que las cosas cambiaran. Que la peña reflexionaremos más, seremos más comprensible los unos con las otras. Y el amor y la humanidad reinaran. Y el Papa de Roma se tendrá que retirar a bailar tangos (¿con tanga?), pues la riqueza que hay en el Vaticano al fin será repartida entre la gente más pobre del planeta. Y los más ricos darán parte de su riqueza a los más necesitados. Y al fin reinará la Paz.

 Ostras qué bien! Y es que no hay nada como la Navidad ¡Me cago en la leche!

Dani T. D. 23/12/2022