en los bolsillos de la gabardina,
mientras la luna
se va a la peluquería
tras esas cuatro nubes.
El sol bostezando
sobre los tejados,
mientras llega el metro
y la mandra se perfuma.
Los mismos rostros
en los mismos sitios
escupen las mismas palabras
en un mar de mesas
con sus ordenadores.
El año se acaba
se va recogiendo
en su habitación discreta,
mientras otro nuevo
se prepara para salir a escena.
Pero todo y nada
es fruto de un estado mental,
un estado flotante
entre de cuerpos celestes.
Sin ir más lejos, esta oficina
es un satélite
orbitando alrededor del vacío
más misterioso, mágico
y desafiante.
Dani T. D. 28/12/2021
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