y a la vez tan absurda
mientras me muero
por enésima vez
como un insecto idiota
desde esta oficina
del deber más obsceno.
La vida tan real
y a la vez tan ficticia
a cada paso,
desde cada esquina
de las semanas tan asesinas
de sueños y de pasiones,
de besos y perezas
tan divinas, tan canallas.
La vida tan alegre
y a la vez tan triste
llorando de risa
a moco tendido en el pañuelo
de un enésimo desconsuelo
con dos decimas de fiebre
y a toda máquina.
La vida tan puritana
y a la vez tan puta
como yo, como cualquiera
que busque a tientas
en plena luz del día
algún destello
de vitalidad y algo de locura
antes
de recogerme en el ataúd.
Dani T. D. 20/1/2021
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