el tiempo que me queda
para pasármelo lo más
divinamente posible.
No malgastaré
ni un sólo segundo
en discutir o cabrearme
por tonterías.
Me apunto, más
que nunca, al cachondeo,
a la diversión
más desenfrenada.
No me tomaré
nada en serio.
La vida dura tan poco
que solo vale la pena
lo que vale la pena.
Reir, reir, reir
hasta el último aliento.
Y tras la muerte
el Diablo me espera
con cervezas.
poesía,
amor
y mis Bowie, Pessoa,
Baudelaire.
Cioran,
Zappa,
Lou Reed
y el genio de Aute.
¿Qué más
se puede pedir?
Y a mi memoria
que le den
por loca.
Y al desaquilibrado
de Dios
que se quede
en este maldito
mundo.
Dani T. D. 171/2020
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