noche suelta su tela negra desde lo alto del cielo. Los bares se llenan de olas de mar y la memoria ya se cansa de tanto recordar, y ya al fin nada al fin importa nada.
A menudo me da por caminar hasta el fin de la noche. Pero todo fin es un espejismo. Un espejismo que desemboca en otro principio. Es decir en otro espejismo
Cada día se vuelve ha empezar. Y a menudo los días parecen repetidos. De hecho están repetidos.
Tal vez sólo vivimos un día. Y con un sólo día es más que suficiente, los demás días son tan solo una tediosa y barata repetición del primero, sin demasiado sentido. A pesar de todo, que no falte cachondeo...
¿o no?
Dani T. D. 21/1/2020
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