redescubro una forma de felicidad,
y no me cansa
porque siempre hay nuevas
lecturas en las mismas pàginas
que provocan luminosas mañanas
desde ayeres que aun están muy presentes.
Otras tardes
me voy a pasear con un verso
de Benjamin Prado y hablamos
de Patti Smith
y luego hacemos una copillas
con Álvaro de Campos
y cuando nos despedimos, ya un poco piripis,
le damos recuerdos
para su hermano mayor Fernando,
que no deja de ser
una buena pessoa.
que no deja de ser
una buena pessoa.
De vuelta a casa
en el cielo vemos pasar desde muy alto
el albatros de Baudelaire,
y me acuerdo tanto de su vital melancolia
que decido ir unas horas
a su paraíso artificial;
dónde, desde ahí,
me sentaré a pensar en escribir el mismo Quijote,
como aquel célebre personaje de Borges.
Dani T.D. 5/6/2020
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