POEMAS PARA UN OCTUBRE CON PIANO

UNA TARDE CUALQUIERA 

La tarde, como casi siempre
es como un pesado y elegante barco
que acaba por naufragar
en el oceano nocturno de estaño.

Mientras otra vez y de nuevo se descumplen
las promesas acuáticas
de la vida y su realidad
como un accidente envuelto en papel plateado.

Y la noche es una planta de aquellas trepadoras
que no tiene fin, que no tiene pricipio,
dónde las manos ciegas del viento palpan
los portales de los secretos sueños
de la ciudad de los miedos más calladas.

DE SANGRE Y VIENTO

De sangre y viento

son las estatuas impávidas

de los parques

de mi más sonora soledad.

Me muero en cada latido

bailando al compás del azar

más deseado,

aquel que me envasa
discretamente al bacio.

De sangre y viento

son los futuros recuerdos

que ya me olvidan

desde una memoria
desacomplejada y alegre.

Y en eso pasa la vida

como una epidemia rara
y gravemente divertida.

 EGO AFICIONADO

Yo y mi idiota ego

con sandalias

recorriendo la avenidas

de tus ojos 

de hambre callada.

Tranquila,

yo soy tu.

Mi ego también

es un papel amarillento

lleno de excusa de
confeti gastado
por un lluvia sorda.

También yo 

me siento sólo,

o quizás es otra

falsa percepción

de los sentidos

más disonates.

Yo no soy nada,

y soy más que un yo.

El yo es una máscara

que uno 

y cualquiera

se pone 

para defenderse

de uno mismo,

y a la vez huir

a cada instante,

desde cada momento

como un muerto

aficionado 

a respirar.

COMO SI NUNCA HUBIESE VIVIDO

Como si nunca hubiese vivido

como si hubiese vida antes de la muerte,

como las manos danzantes del viento,

como los asesinos ojos del deseo.

Com el mágico pecado de respirar,

como los crimines que se reprimen
en cada tres o cuatro latidos,

como esta hambre estrangulada

en los besos que no me das.

Como el futuro de mis recuerdos,

como el barco de esta tarde,

como los vampiros del Vaticano,

como el sexo traslucido del ocaso.

Com un Nietchze en el supermercado,

como las huellas de los años malgastados del preterito,

como las idiotas esperas en cualquier eventualidad,

como la raíZ cuadrada de tus tan desnudos ojos.

Dani Torralba, 6/10/2015