Libros con Ussabi, el nuevo programa de libros de Fernando Sánchez Dragó es sin duda extraordinario, aunque el horario podia ser más adecuado: a las 13:00 horas del domingo, pero no conviene quejarse. Un programa de libros siempre es una buena noticia y todo un milagro. Aprovecho, desde estas linias, para señalar que también me gusta mucho el programa Página 2, que ahora, si no me equivoco, lo han pasado los sábados.Aunque aquí me voy a centrar en el programa de Dragó.
¿Qué decir? Es todo un deleite para los sentidos, la imaginacióin y la inteligencia. A mi, la verdad, se me hace corto. Sólo he visto hasta hora un par de emisiones. El último, salía Andres Trapiello que ha publicado una actualización del Quijote. Tengo curiosidad por leerlo Sin ir más lejos en la misma tarde que emitieron el programa, cogi el libro del Quijote, la edición de Martí de Riquer, la de la época del instituto. Sí, me he propuesto acabarmelo esta vez. Es un buen libro, lleno de humor y aventuras. De reflexiones de la vida.
El programa consta de dos partes: una, con una entrevista a un escritor, y otra una pequeña tertulia con recomendaciones de libros al final.
A parte de hablar sobre el Quijote y Cervantes, que fue muy ilustrativo para mi discreta formación, Dragó empezó el progama con una serie de reflexiones que, francamente, me emocionaron. Exactamente no me acuerdo de las palabras que utilizó, pero venia ha decir, como en una frase de Eisteín que vamos hacia mundo exclusivamente tecnologico y la ignorancia va augmentando considerablemente.Cada vez tenemos menos tiempo para pensar. Todo es inmediato, estamos permanentement conectados al móbil, al aifon, al ordenanos, al yoquesé... Se lee poco y mal. Pues para leer se necesita tiempo y no hay tiempo. Y luego se piensa poco y mal, pues los numerosos aparatos que nos radean ya piensan y, y de alguna forma, siente por nosotros.
Estamos en una sociedad que nos crea falsas, inútiles e idiotas necesidades. Se escribe demasiado, pero breve y mal. No hay espacio para la reflexión, ni para divagar alrededor de sustanciales ideas Y si necesitamos una reflexión la oímos en la tele, en Google o la compramos en la cuarta planta del Corte Ingles. A este paso no estamos muy lejos de ese fantástico libro, Farhenheit 451, la novela que el escritor estadunidense Ray Bradbure publicó en 1953, en la que imaginaba una sociedad futurista que queman los libros. Françoa Truffaut, hizo una versión cinematográfica que no tiene desperdicio. Afortunadamente se publican libros y no se queman. Otra cosa es que se lean. Sin duda la situación que prone el libro de Bradburen es catastrófica. Pero si no vamos con cuidado vamos sin duda a destino similar.
Acabaré con una frase del poeta ruso, y exiliado en el Estados Unidos, Joseph Brosky: "Hay algo mucho peor que quemar libros, no leerlos."
Ahora para los cuatro dueños del mundo, esta situación es fabulosa. Pues si la imbecilidad augmenta, la manipulación será más rentable y efectiva.
Una última cosa: tipos como Fernando Sánchez Dragó habrían de tener siempre un programa de libros o de lo que fuese en la tele. Este pedazo de intelectual es sin duda un bálsamo para el conocimiento, la sabiduria y el alma. Estuviese quien estuviese en el gobierno, porquè dónde este la cultura, que se quite cualquier ideologia politica. Y ya de paso propongo a Drago como presidente de este tan esperpéntico país, incluyendo a mi tan neurótica nación Catalunya.
¡¡¡¡¡DRAGÓ FOR PRESIDENT!!!!!!!
Dani Torralba, 19/10/2015
El programa consta de dos partes: una, con una entrevista a un escritor, y otra una pequeña tertulia con recomendaciones de libros al final.
A parte de hablar sobre el Quijote y Cervantes, que fue muy ilustrativo para mi discreta formación, Dragó empezó el progama con una serie de reflexiones que, francamente, me emocionaron. Exactamente no me acuerdo de las palabras que utilizó, pero venia ha decir, como en una frase de Eisteín que vamos hacia mundo exclusivamente tecnologico y la ignorancia va augmentando considerablemente.Cada vez tenemos menos tiempo para pensar. Todo es inmediato, estamos permanentement conectados al móbil, al aifon, al ordenanos, al yoquesé... Se lee poco y mal. Pues para leer se necesita tiempo y no hay tiempo. Y luego se piensa poco y mal, pues los numerosos aparatos que nos radean ya piensan y, y de alguna forma, siente por nosotros.
Estamos en una sociedad que nos crea falsas, inútiles e idiotas necesidades. Se escribe demasiado, pero breve y mal. No hay espacio para la reflexión, ni para divagar alrededor de sustanciales ideas Y si necesitamos una reflexión la oímos en la tele, en Google o la compramos en la cuarta planta del Corte Ingles. A este paso no estamos muy lejos de ese fantástico libro, Farhenheit 451, la novela que el escritor estadunidense Ray Bradbure publicó en 1953, en la que imaginaba una sociedad futurista que queman los libros. Françoa Truffaut, hizo una versión cinematográfica que no tiene desperdicio. Afortunadamente se publican libros y no se queman. Otra cosa es que se lean. Sin duda la situación que prone el libro de Bradburen es catastrófica. Pero si no vamos con cuidado vamos sin duda a destino similar.
Acabaré con una frase del poeta ruso, y exiliado en el Estados Unidos, Joseph Brosky: "Hay algo mucho peor que quemar libros, no leerlos."
Ahora para los cuatro dueños del mundo, esta situación es fabulosa. Pues si la imbecilidad augmenta, la manipulación será más rentable y efectiva.
Una última cosa: tipos como Fernando Sánchez Dragó habrían de tener siempre un programa de libros o de lo que fuese en la tele. Este pedazo de intelectual es sin duda un bálsamo para el conocimiento, la sabiduria y el alma. Estuviese quien estuviese en el gobierno, porquè dónde este la cultura, que se quite cualquier ideologia politica. Y ya de paso propongo a Drago como presidente de este tan esperpéntico país, incluyendo a mi tan neurótica nación Catalunya.
¡¡¡¡¡DRAGÓ FOR PRESIDENT!!!!!!!
Dani Torralba, 19/10/2015
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