Cuando enloquece la razón
y el corazón es un bolsa rota de
supermercado.
Cuando los días se envasan al vacío,
y los gobernantes ya son
unos potenciales psicópatas.
Cuando dos y dos
ya suman menos cuarenta,
y el fin del mundo es
el perfume de estos tiempos.
Estos tiempos tan veloces
que ya no saben a
dónde diablos se dirigen.
Dani T. D. 21/10/2025