Memorando el futuro se recuerda un pasado que nunca acabó de estar presente.
Después de una noche de insomnio, la oscuridad continua con el día planificando atentados contra la luz más sorda y ciega.
Lo políticamente correcto acaba por ser un peligroso lastre para el pensamiento más vital.
Pensar en matarse puede prevenir el suicidio más vocacional.
Ser obispo, terrorista y político: tres perversiones profesionales.
El progreso se hace con la armas más modernas y sofisticadas.
No toda democracia gestiona un estado eficazmente democrático.
Ser nacionalista o maniático puede ser un antídoto contra el tedio más evidentemente existencial.
Pensar en la muerte oxigena los pulmones.
Dani T. D. 1/3/2022
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