a destiempo,
días que se van entre los dedos
del azar,
horas que se van con las esperas
o con los deseos suspirados
por los anhelos del corazón.
Tiempo, tiempo, tiempo...
¿Ciertamente que es el tiempo?
¿Acaso el espejismo
de un prolongación etérea que trata
de persuadir el anhelo
de la siempre fugaz permanencia?
Ah, quién lo sabe...
No somos más que tiempo.
Sí, el tiempo que nos sueña,
como un niño ante el espejo.
Dani T. D. 17/8/2021
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