de un agosto agonizante,
por donde danzan leones
con los calcetines rotos,
y la razón totalmente despeinada.
La vida.
en el fondo,
es un verso
equivocado
que el azar
un día
se inventó.
Soledades en los huesos
recorren las avenidas
de esta purgatorio alquilado
por horas a un diablo
muy listillo.
La vida,
al fin de cuentas,
es un espacio
para soñar
despierto
y equivocarse
las veces
que uno
le de la gana.
Dani T. D, 23/8/2021
Los sueños despiertos existen en un modo que no se catalogan ni como enfermedad ni como discapacidad.
ResponderEliminarBueno, a lo mejor vivir es soñar conscientemente
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