Rezando un poco cada día
al Diablo,
rogándole que me saque
de aquí
de este paraíso de alquitrán,
de esta existencia con sentido de metal carcomido por las ratas del porvenir más impertinente.
de este amor tan desorientado
como la más parasita felicidad.
Anhelando disertar para siempre
de mi yo tan impostor
de esta existencia tan podrida.
de esta muerte que no me muere.
Pero morir no es tan fácil,
y vivir es un ejercicio tan..... ¿ingrato?
que cada 2 por tres uno
se olvida que es, ante todo,
memoria compasiva,
carne para echarse a podrir,
sueños que suspiran asco y azar,
sangre coagulada que aprendre a ladrar
a las puertas del mismisimo infierno.
.10 enero 2017. Dani Torralba i Devesa
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