También uno escribe para provocar al futuro, ¡qué le den al futuro! Siempre es ahora, y ahora escribo estas palabras. Construyo un mundo paralelo (que no para tontos, que también podria ser). Escribo para expresame, y a partir de aquí robarle vida a la vida. Exprimir la existencia y de paso sacarle la lengua a mi condición de mortal.
Y en eso el tiempo transcurre cada vez más a prisa. Aunque, claro el tiempo no deja de ser una palabra para atrapar un concepto, una idea, un artilugio de alguna manera intangible.
Es curioso que cuando pronuncio la palabra TIEMPO, el tiempo pasa fugazmente sobre mi, y también por las lados. Pero también podría ser perfectemente que el tiempo no existiese en absoluto (más o menos como Díos, el supuesto autor de toda esta confusió).
Porqué seguramente cuando más pasa el tiempo, la confusión va a más. Confusión en todo los sentidos. Pero la confusión no tiene porqué ser mala. Pues la confusión puede ser un buen princpio para saber gozar el tiempo de cada cual. Se podria decir que, al fin y al cabo, vivir con cofusión, es clara señal que uno se acaba fundiendo con el resto del universo. I en cierta medida también se podría decir que somos eternos y fugaces a la vez. Que en verdad no hay ningún principio ni ningú fin, pues vamos de confusión en con fusión. Nos confundimos una y otra vez y eso tampoco esta mal. Podemos ser muchos, y nadie en cada ramo de latidos que constutiye una vida.
Hasta el sieguiente programa, nos vemos en Confusión TV!
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Dani Torralba Devesa, 7/1/2016
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