Ángulos de trompetas corrempen
mi corazón bacío e inservible,
mientras un nuevo año viste el paisaje
de mis ojos asutadizos y alegres.
No hay nada nuevo
y todo es nuevo
como cada dia
bajo el sol.
Mientras mís botas de metal
se cansan de tanto perseguir
el mismo ínspido destino
vestido de glorioso y falso camino.
No hay nada nuevo
y todo es transparente
como las horas
que huyen de todo
sin remedio.
Queda el misterio en el desagüe
de esta nada cotidiana,
la que inventa por enesima vez
el milagro de soñar despierto.
Na hay nada nuevo
y todo es magíco,
único, inaudito, especial,
magnífico por el simple hecho
de sentirlo en su esencia
tan inmediata y franca.
4 enero de 2016 Dani Torralba
No hay comentarios:
Publicar un comentario