normalizados,
distraídos,
adormecidos,
rentablemente idiotas,
y poco (o nada) curiosos.
Nos quieren mediocres,
clasificables,
medicados,
manipulables,
influenciables.
Nos quieren simples
(pero no sencillos),
intercambiables,
sin demasiadas dudas,
creyentes a cualquier religión, nacionalismo,
equipo de furbor
o cualquier otra propanganda,
sumisos y un tanto muertos.
Nos quieren domesticados,
conformistas,
maquillados,
previsibles,
asumibles,
apáticos
pero con carisma
y sin levantar sospechas.
Nos quieren
como siempre nos han querido.
Dani T. D. 29/8/2023
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