Días de descorchadas aceras,
días entre promesas
naufragadas
en un playa descosida
con voces de nadie.
Maldito mundo éste
con sus dioses alquilados
a la nada más evidente,
mientras el negocio de la guerra
y las múltiples formas de violencia
siguen proliferando
más que nunca.
Y total
¿para qué?
Si todos somos puro azar,
si estamos aquí de paso
si en el fondo no importa
nada de nada,
salvo quizás
el amor y la alegría
de estar vivo
hasta el último
latido.
Dani T. D. 30/6/2022
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